La exposición recoge los trajes tradicionales que han vestido los sorianos a lo largo de los años con 246 prendas únicas de vecinos de la provincia.
Faldas, chalecos, pantalones, trajes de boda, sombreros, alpargatas o madroños son algunas de las prendas que se pueden descurbir en Morón de Almazán. Un recorrido por el vestir popular de la provincia de Soria basado, principalmente, en los fondos de 190 vecinos de Soria. ‘Vestir de propio’, es la muestra que acoge el Museo Provincial del Traje del Palacio de los Mezdona, ubicado en la Plaza Mayor de la localidad, y que estará abierta al público hasta diciembre de 2024.
Entre las 246 prendas expuestas se pueden encontrar tanto piezas que ya han sido mostradas al público en otras exposiones, como otras que son la primera vez que ven la luz de esta manera. Un amplio recopilatorio que muestra cómo vestían los sorianos antiguamente en diferentes escenarios de la vida cotidiana.
Una de las grandes delicias del recorrido es la gran colección de chalecos de distintas provincias castellano y leonesas. Los hay de terciopelo, con botones, bordados e, incluso, con distintas tipologías. Una fantasía de colores y texturas que no deja indiferente al visitante. A su lado, en la misma vitrina, se muestra un maniquí que porta las ropas que utilizaban los trashumantes hace unas cuantas décadas, y que se caracterizaba por llevar los mayorales de cabaña.
La muestra está formada por prendas que han cedido 190 vecinos de toda la provincia de Soria.
Sin lugar a dudas, otro de los escaparates que más llama la atención es el que acoge las faldas y los trajes tradicionalees de las mujeres sorianas. Una explosión de colores, bordados, estampados, mantillas, pañuelos y un sinfín de prendas que recorrer con la mirada. Todas ellas muestran cómo fue evolucionando la moda tradicional en la provincia, los detalles y el tipo de costura que se utilizaba, incluso cuáles eran las flores que, dependiendo del año, protagonizaban la gran mayoría de los mantones.
La exposición se completa con una sección dedicada, casi exclusivamente, a los patrones de confección que se empleaban, y se siguen utilizando, para crear las maravillosas prendas que visten tanto hombres como mujeres en las fiestas populares de los municipios.
Y, junto a ellas, diferente joyas y accesorios redondean la exposición para mostrar cómo sería el traje tradicional con lujo de detalles. No se puede abandonar el recorrido sin prestarle atención a la colección de abrigos. De diferentes colores, longitudes y formas, pero todos con una misma función: proteger a los locales del frío que recorría las tierras sorianas durante los meses de invierno.
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