Desde 1999, con la apertura del Museo Provincial del Vino, la Diputación de Valladolid ha venido desarrollando una red de centros Turísticos distribuidos por todo el territorio provincial, con el objetivo de ayudar a dinamizar la economía de las diferentes zonas de la provincia y aprovechando diferentes recursos patrimoniales. Configuran una oferta turística que tiene como líneas comunes la apuesta por un turismo dirigido, fundamentalmente, a un público general y familiar.
En pleno corazón de la Milla de oro del Vino de la provincia de Valladolid, en plena Ribera del Duero, se encuentra el Museo Provincial del Vino, ubicado en el Castillo de Peñafiel. Un lugar inigualable para acercarse a la historia y cultura de la riqueza enológica de la provincia de Valladolid. En la visita al Museo se puede conocer de cerca la compleja y fascinante elaboración de los diferentes vinos, así como los elementos y las herramientas que lo hacen posible. En él están representadas todas las denominaciones de Origen de Castilla y León.
Situado en un cerro estratégico, desde el que se pueden admirar los valles del Duero, del Duratón, y del Arroyo Botijas, la visita al Museo se completa con la visita integral al castillo.
Medina de Rioseco acoge el Centro de Recepción de Viajeros, situado en un antiguo almacén de la dársena del Canal de Castilla, lugar en el que finaliza el llamado Ramal de Campos de esta gran obra de ingeniería civil que recorre tres provincias: Valladolid, Palencia y Burgos.
Desde Medina de Rioseco zarpa cada día el barco Antonio de Ulloa en un recorrido de al menos una hora de duración en el que se explica la importancia que supuso para Castilla el transporte de mercancías por el Canal, las construcciones relacionadas con él y las particularidades de la fauna y flora que habitan este paisaje tan especial, en plena Tierra de Campos.
Junto a la dársena se puede visitar la Fábrica de Harinas San Antonio, antigua harinera del siglo XIX que es hoy el único ejemplo de arquitectura industrial del Canal que conserva íntegra su maquinaria original.
Ubicado en el interior de la rehabilitada Iglesia de San Juan, en Mayorga, el Museo del Pan se configura como un homenaje a este alimento que ha acompañado al ser humano a lo largo de los siglos.
El pan, determinante del paisaje, generador de riqueza y cultura y elemento básico de nuestra dieta diaria es el actor principal de este museo que inicia su viaje sensorial partiendo de los cereales y la molienda para obtener la harina. A partir de ahí, el visitante conoce la vida del molinero y los diferentes tipos de molinos, los diferentes tipos de hornos y las diferentes clases de panes hasta nuestros días. Un completo recorrido histórico por la evolución de este esencial alimento, que permite a los más pequeños, los fines de semana, realizar su propio pan.
Ubicada en uno de Los Pueblos más Bonitos de España, la primera Villa del Libro de España ofrece una propuesta de turismo cultural constituye un espacio en el que el libro es el centro de atracción para viajeros, bibliófilos, personas expertas o curiosos.
En sus calles y corros encontraremos 11 librerías y establecimientos vinculados a los libros, preferiblemente antiguos, viejos o descatalogados, o a sectores especializados, como el periodismo, el cine o los cuentos, sin olvidar otras actividades como la caligrafía histórica o la encuadernación. También museos y centros de referencia internacional, como la sede de la Fundación Joaquín Díaz, y el espacio para la Lectura, Escritura y sus Aplicaciones, el Centro e_LEA Miguel Delibes, centrado en la promoción del libro y de la cultura.
En Villalba de los Alcores este Centro Turístico permite conocer la riqueza medioambiental y el valor ecológico de los Montes Torozos y la Tierra de Campos.
La Finca Coto Bajo de Matallana ofrece un espacio de educación medioambiental dirigido al visitante en general y también a la comunidad escolar. Además, se puede disfrutar de rutas medioambientales a pie o en bicicleta, un jardín de plantas aromáticas, la observación de aves, visitarlos restos del importante Monasterio Cisterciense de Santa María de Matallana (hoy convertido en una hospedería), el aula de interpretación de los palomares o una exposición de ganado ovino con más de 20 razas de ovejas del todo el mundo.
Al sur de la provincia, entre los términos municipales de Almenara de Adaja y Puras, se encuentra el Museo de las Villas Romanas, cuyo conjunto museístico está formado por varios edificios y espacios complementarios: el Museo, la Villa Romana, la Casa Romana y el parque infantil tematizado.
El viajero se sitúa en el contexto histórico del siglo IV para conocer la vida romana en el campo. Se muestra la actividad económica del momento, la naturaleza, el ocio, la religión o el brillo del ocaso, en definitiva, la vidarural cotidiana de la época. Además de poder visitar en la propia excavación algunos de los mosaicos mejor conservados de la época, el recorrido se completa con la visita a la recreación de una casa señorial del Siglo IV.
En pleno Valle del Esgueva, ubicado en la antigua Finca de los Power en Renedo de Esgueva, el Valle de los 6 Sentidos se configura como un espacio dedicado al ocio infantil y familiar.
Con 18.000 m2, ofrece más de 60 juegos diferentes para todos los públicos, integra juegos de acción y movimiento, juegos científicos, de música, de piedra, paisajismo y medio ambiente, varios de ellos inclusivos y accesibles para personas con discapacidad. En cuanto a seguridad, todas las instalaciones lúdicas disponen de certificado europeo TUV.
El último de los Centros Turísticos abierto al público por la Diputación de Valladolid invita a sumergirse en la historia de los castillos a través de una experiencia que combina lo histórico y lo tecnológico, ofreciendo una moderna línea expositiva en referencia al apasionante mundo de los castillos.
Perteneciente a la llamada Escuela de Valladolid, el Castillo de Fuensaldaña se convierte en el centro de difusión de los más de 20 castillos visitables de toda la provincia, además de ofrecer un recorrido por esta fortificación de planta cuadrada, torres circulares en las esquinas y una gran torre del homenaje rectangular, que ha tenido diversos usos palaciegos y también fue sede de las Cortes de Castilla y León.