Su atractivo sitúa a nuestra Comunidad como referente del turismo de interior (cultural, rural y natural)
Castilla y León sobresale por su extraordinario atractivo turístico, basado en la cultura y la lengua, el patrimonio histórico, artístico y natural (con inigualable concentración de patrimonios de la humanidad), bienes de interés cultural, espacios naturales protegidos; hasta cuenta con una de las cuatro capitales europeas de la cultura españolas: Salamanca, las universidades, la gastronomía y la enología, los paisajes, caminos y rutas, los servicios gestionados por las Administraciones (ayuda, promoción, información y seguridad), las infraestructuras (hoteles, casas rurales, albergues, restaurantes, bares, campings, centros de recepción), los guías, las agencias de viajes y otras empresas turísticas, y también en los sectores de la creación y producción culturales, la enseñanza de la lengua española, la comunicación, la hostelería, el comercio, el transporte, los congresos, las actividades deportivas o el ocio, en general.
El gran peso del turismo en la economía española, de sobra conocido, dispone de una singular relevancia para el crecimiento de la economía, desde las dimensiones macro y micro, el empleo estable y la imagen de país. El esfuerzo realizado por el propio sector y sus ámbitos afines, durante y tras la pandemia, ha hecho posible, por fortuna, que España mantenga su posición de prestigio como potencia turística mundial. Lo es, y la tendencia de 2023 nos sigue acercando a los niveles más elevados, para todos los gustos y edades, garantizando calidad y seguridad con precios asequibles a turistas y viajeros, gracias a los óptimos servicios prestados por empresas, administraciones, profesionales y personas trabajadoras.
En el año 2022 la aportación del turismo al PIB español fue del 12,2 %, muy próxima a las cifras previas a la pandemia. Además, se estima por Exceltur (Alianza para la Excelencia Turística) que este sector, con las interacciones que genera su transversalidad, contribuyó el pasado año en un 61 % al crecimiento de la economía. En Castilla y León, asimismo, el turismo dinamiza con fuerza la actividad empresarial y el empleo. Por ello, los planes turísticos autonómicos y locales (como el Plan Estratégico de Turismo de Castilla y León 2019-2023), algunos con participación estatal, se han sucedido en los últimos decenios. La iniciativa privada, público-pública y público-privada están dotando a la Comunidad de una notable capacidad instalada para atender con solvencia la creciente presencia de turistas, procedentes de nuestras nueve provincias, el resto de España y otros estados, con especial atención a Portugal, querido país vecino.
Su manifiesto atractivo sitúa a Castilla y León como referente del turismo de interior (cultural, rural y natural) y se ha traducido en los incrementos continuados del número de viajeros y de la duración de su estancia en nuestra tierra. Así, por ejemplo, según informa la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, el número de viajeros en marzo de 2023 (la Semana Santa fue en abril) alcanzó los 561.726, esto es, 112.350 más que un año antes, lo que supone una subida del 25 %. Las pernoctaciones llegaron a 895.369, es decir, 162.122 más que en marzo de 2022 (+22,11 %). Aún se sigue percibiendo un prometedor margen de incremento.
Siempre es un buen momento, también abierto a quienes vivimos en Castilla y León, para disfrutar y conocer mejor nuestra preciosa Comunidad. Nunca antes viajar ha sido tan recomendable para el progreso económico y social.