Entre pavos reales y robots galácticos se puede disfrutar de divertidas escapadas en familia en la capital y la provincia de Valladolid
A sus tres años, Mateo no pensaba que en la capital donde nació su mamá Eva, y en pleno centro, iba a poder darle de comer a una ardilla. Han llegado de visita a Valladolid el fin de semana desde su ciudad, Zamora, y como bien sabe su madre, para las familias con niños pequeños no existe un domingo pucelano sin un paseo por el Campo Grande.
Entre los variados recursos turísticos de que dispone la provincia vallisoletana, el turismo familiar es uno de sus puntos fuertes. Este célebre parque urbano de más de 11 hectáreas de extensión es el ejemplo más claro de ello. Creado a finales del siglo XVIII, supone un agradable oasis verde en mitad del bullicio de la capital, a un par de pasos de las estaciones de tren y de autobús. Además de un nutrido parque infantil –parada obligatoria, como bien saben los papás y mamás más fianeurs de nuestra tierra-, el histórico Campo Grande tiene estanques, cascada e incluso barquero.
Pero sobre todo, tiene fauna y flora, sin salir de la ciudad. Porque sus pavos reales son, con permiso de José Zorrilla, los vallisoletanos más ilustres, cuyas plumas han sido admiradas por generaciones de vecinos y turistas. Reinan entre las ardillas y las tres pajareras históricas (creadas entre 1914 y 1932); entre sus súbditas las palomas, faisanes, gallos japoneses y gallinas enanas; y dominan un paseo entre castaños de indias, árboles del amor, cipreses y cedros.
El turismo infantil y familiar puede tener su origen en el Campo Grande –ya que el tren nos deja allí mismo-, pero las posibilidades para continuar practicándolo son infinitas. Y en este artículo solo nos cabe apenas un puñado de ellas.
Hace un año y medio abrió ‘Puerto Espacial’, dedicado a Star Wars, en Valoria
Como la parada obligada que se encuentra al norte de la provincia: el Castillo Encantado, en Trigueros del Valle, a 26 kilómetros de la capital. Una iniciativa que a estas alturas puede considerarse revolucionaria para el turismo castellano y leonés desde su apertura en 2019. Solo el primer mes, esta fortaleza mágica del siglo XV con seres misteriosos y fantásticos en su interior recibió más de 10.000 visitantes y supera los 157.000 en el acumulado desde entonces.
La propuesta, firmada por Juan Villa, escultor del programa ‘Cuarto Milenio’, invita a las familias a sumergirse en un mundo de dragones y personajes fantásticos lleno de sorpresas a través de una exposición permanente que se ha actualizado recientemente incorporando escenas de Harry Potter o Juego de Tronos, entre otras novedades.
Precisamente este escultor, afincado en Valladolid desde su infancia, protagoniza un segundo proyecto inaugurado hace un año y medio, que está captando el interés de las familias de Castilla y León: Puerto Espacial, en Valoria La Buena. Un segundo castillo ubicado en este municipio muy cercano a la capital donde el artista se ha inspirado en el universo de Star Wars para crear un gran escenario lleno de extraterrestres, robots, naves y personajes fantásticos llegados desde todos los rincones de la Galaxia.
El escultor Juan Villa le ha dado un contenido fantástico a los castillos de Trigueros y Valeria
Ambos recursos (el Castillo Encantado de Trigueros del Valle y el Puerto Espacial de Valoria La Buena) abren los fines de semana hasta el mes de junio y amplían su horario en época estival.
Y si nuestros pequeños y pequeñas son más de brincar y jugar hasta la extenuación, otro municipio del alfoz, Renedo de Esgueva, ofrece un recurso de gran interés para esos fines de semana de planes familiares: el Valle de los Seis Sentidos. Se trata de un itinerario al aire libre de 18.000 metros cuadrados en los que los niños de cualquier edad pueden disfrutar de juegos concebidos para desarrollar los sentidos y divertirse en familia un parque multiaventura, un anfiteatro con cuentacuentos y espectáculos y una variada y estudiada oferta de juegos de acción y movimiento, puente de cuerdas, columpio, juegos científicos y musicales, paisajismo y medio ambiente. De abril a septiembre, abre sus puertas de martes a domingo, de 11:00 a 21:00 horas.
Comprender mejor cómo vivían nuestros antepasados en Castilla y León y experimentar en primera persona algunas de las tradiciones que forjaron nuestra cultura son algunas de las propuestas de los centros de divulgación etnográfica de la provincia vallisoletana. Como el Museo del Pan de Mayorga de Campos, dedicado a un mundo tan importante para la comarca terracampiña. Aquí es posible reservar uno de sus talleres para niños de entre 4 y 12 años, en el que se les enseña a realizar su propio pan y saborearlo después.
La granja escuela más grande de España está en Valladolid: en Matapozuelos
O el Museo del Queso de Villalón de Campos, ubicado en las antiguas escuelas, que muestra todos los secretos de la elaboración artesanal del famoso queso de Villalón. El museo consta de siete salas (sala oído, tacto, vista, olfato, gusto, exposiciones y degustación). Tiene una espacio dedicado a la realización de talleres donde poder aprender la elaboración de tan preciado manjar. El Ecomuseo de Tordehumos, por su parte, nos brinda la oportunidad de descubrir cómo era la vida en una casa tradicional de labranza, con su cocina, su alcoba, el lavadero... y los oficios y útiles asociados a la vida rural, como el zapatero o el curandero.
Y no se puede olvidar el Canal de Castilla, obra cumbre de la ingeniería del siglo XVIII en España, es otro de los interesantes recursos que nos brinda la Tierra de Campos. A bordo de la embarcación turística “Antonio de Ulloa” recorreremos sus aguas, al tiempo que podremos comprobar el funcionamiento de sus esclusas. La embarcación realiza tres tipos de recorrido: de una hora (7 km de ida y vuelta), dos horas y media (14 km ida y vuelta, incluye subida de la esclusa 7ª) y de tres horas y media ( 16 km ida y vuelta, incluye subida de las esclusas 7ª y 6ª).
Entre las múltiples propuestas que podemos descubrir en la comarca de Tierra de Pinares, en esta ocasión nos quedamos con el Parque Temático del Mudéjar, en Olmedo, que alberga réplicas a escala de diferentes edificios de Castilla y León; una ciudad en miniatura en la que nuestros pequeños se sienten muy grandes.
Y la granja escuela más grande de España se encuentra también en Valladolid, en el término municipal de Matapozuelos. Un espacio dedicado a disfrutar de la naturaleza y las actividades de la granja, en el espacio que en su día ocupó el famoso zoo.